ANTONINA

Hay un murmullo. Estamos reunidos. Vamos acercando algo a la mesa, para compartir. Alguno ya está sentado. El resto dando vueltas. Alguien se detiene, toma una botella de vino, perfora el corcho y realiza la pulsión necesaria para extraerlo. Y ahí está, ese sonido minúsculo que hace el corcho o el aire cuando el vino queda destapado. Dura apenas unos segundos e inaugura el momento.

Antonina surge de la calidez de disfrutar con amigos, surge del vino compartido. De disfrutar la vida en familia, con sonido a encuentro.

Antonina, como el vino, llega como resultado de un proceso de maduración. Llega como una consolidación del camino recorrido. Con los años, acumulados en obras, llegamos a un punto en el que necesitábamos transformar el proceso y Antonina nace de esa transformación.

Nos ocupamos de construir una casa eficiente que haga foco en detalles que impactan en tu calidad de vida, todos los días. Los materiales que utilizamos y el sistema de construcción que nos caracteriza te prometen una casa hermética, aislada, luminosa. Con un espacio interior que está integrado a la naturaleza, a la vez, que protegido de sus avatares. Una construcción perdurable, como esos vinos que uno puede almacenar porque sabe que conservarán su carácter a lo largo del tiempo.

Cada ambiente en Antonina está pensado para garantizar versatilidad. Una casa llena de vida y experiencias necesita poder transformarse para la diversidad de encuentros o momentos cotidianos. El resguardo de lo íntimo y la riqueza de lo social encuentran su maridaje en el mismo espacio. Es la combinación de vivir en un entorno seguro, con la posibilidad de tener los pies sobre la tierra y la mirada puesta en el cielo.

Antonina es la fruta que madura y nos permite, por fin, disfrutar de sus sabores. Como una casa con la que uno sueña durante tantos años de su vida y está lista para que, por fin, podamos habitarla.